sábado, 3 de mayo de 2008

CASTIGO DIVINO (camino tan funesto)

Algo me decía que no tenía que ir allá. Era un lugar frío, sin alma, donde nada iba a ir a ningun lado. Donde todo pasa por el momento efímero pero triste al final.
Siempre que voy hacia esa dirección me pasa algo. O pincho una goma, o se me queda la moto a mitad de camino, o me afanan, o me persiguen... ¿Será angustia lo que me provoca tomar ese camino? No sé, pero algo tiene. Si no soy yo, todo el resto de mí me dice que de una forma u otra, esa noche termina mal.
Algo me obligó a tomar el camino equivocado y pasar por el mal menos peor. Podría prometerte que no lo voy a hacer más, pero soy animal de costumbre. Hasta no darme la cabeza contra la pared, no paro.
Dicho y hecho.
El Gorrión se quedó a mitad de camino. Eso sí, teóricamente lo recupero en dos días. Pero creo que ese camino no voy a volver a tomarlo más y no sólo por sus señales inequívocas del pasado.
De última, si tengo que ir, entro por otro lado, qué se yo.

No hay comentarios: