martes, 20 de enero de 2009

AVANTI MOROCHO



Hoy asume por primera vez en la historia un presidente afroamericano en el país menos pensado.
Y eso no es moco de pavo.
Dejemos por un lado las peroratas "anti-imperialistas", de que otro presidente yanqui que nos va a empomar y todas esas giladas de dos o tres trasnochados que lo siguen dos o tres trasnochados mas.

Tengamos un poco de fe. No le hagamos lo mismo que a De la Rúa.

Lo unico de que me quejo es que al festival donde estuvo U2 y Shakira le pusieron "Somos uno".
Se pudría todo si le ponían "Todos somos uno". Jaja...

Pero, hablando en serio, ojalá Obama siga el camino del gran Martin.

Sigamos plantando manzanos.

(y a Bush, toda la suerte. El exito no se le desea a los mediocres...)

1 comentario:

Hallie Wolf dijo...

Pues yo solo espero que este presidente pueda darle a todos los afroamericanos del mundo la confianza y la autoestima interior que tanto les hace falta.

Digo esto porque palabras como "negro" "muchacho" y otras, son causa de demandas en EU, y fuente de fuertes conflictos internacionales. Lo que creo es que si una persona tiene realmente valor interno (en el sentido de que se reconoce a si misma como un ser único, invaluable y digno), entonces ninguna palabra puede afectarle.
Si a un valioso piano de cola de 40 años de edad, le dices "madera vieja", eso no cambia su esencia. Seguirá siendo un invaluable piano de cola, sin importar las palabras que uses para referirte a él.

Al respecto, recuerdo un capítulo de mi serie favorita "Star Trek". En el cual un ente extraterrestre toma la forma del presidente Lincoln para contactar a los humanos del Enterprise: El supuesto "Lincoln", al ver a la Teniente Uhura, exclama "¡Qué bella negra!" Todos a bordo del puente de mando se quedan pasmados por el término usado, pero Uhura, da un paso al frente y dice con una dignidad impactante: " Esta bien. No me molesta. En el siglo 25 hemos aprendido a no tenerle miedo a las palabras".
WOW ¡Qué escena tan fuerte! ¿No crees?
A mi me gustaría que Obama Barack le enseñara a sus paisanos a no tenerle miedo a las palabras. A generar tanto valor y dignidad internos que un simple adjetivo no cree una guerra ni un conflicto, fuera o dentro de su país.
Esos son mis deseos para el nuevo capítulo en la historia de este planeta.
Besos,
Hallie